héroes negativos (6º parte)

No se han tenido más noticias de él, pero yo me imagino sus territorios como lugares donde el tiempo ha estallado, espacios en movimiento entre Brixton y el Caribe donde, todavía hoy, alguien construye saberes y relaciones. Allí el placer tiene más sentido que la renuncia en función de un proyecto ajeno a la felicidad. Tal vez, únicamente el ritmo reggae de su Jamaica natal dicte el tiempo de la vida en ese intersticio en el cual se erigen los cimientos de la revolución.

Luther,
el bombardero negro,
uno de los nuestros.

(el texto original -en italiano- salió de algún sitio que ya no recuerdo)

héroes negativos (5º parte)



Hacía falta, por otra parte, desconfiar del ala progresista del vestuario: para cortar por lo sano, rechazó cualquier solapada invitación del arquero Terraneo que, bajo la forma de pases largos, le inducía a participar en el juego. Hasta en Milanello dejó de dirigirle la palabra a quien sea.
A partir de ese momento se volvió invisible, imposible de representar como función del lazo social; una verdadera mina itinerante, pronta a emerger cada domingo de formas inesperadas, con gestos unilaterales que despedazaban la helada normalidad del sistema-fútbol. Este auténtico revolucionario apuntó a la autovalorización, creando para sí un nicho de libertad fundado en la sistemática sustracción de riqueza al ciclo de la valorización.
(continuará...)

héroes negativos (4º parte)

Comenzó a deambular aparentemente distraído por el campo de juego, pero en realidad estaba bien atento... atento a no recibir ninguna señal de los otros rojinegros ni, mucho menos, a enviarlas. Dotes de previsión, por cierto, no le faltaban. No era por equivocación que veía en sus compañeros potenciales agentes del capital: en esa forja, en efecto, se formarán los Baresi, los Tassotti, el esqueleto de aquella máquina productora de imaginario de dedicación y ética del trabajo que será el Milán de los grandes triunfos.
(continuará...)

héroes negativos (3º parte)

Blisset se sustraía a la integración sistémica, comprendía que el capital es un parásito que succiona todo lo humano que hay en ti. El juego de fútbol era práctica de interacción, comunicación, inteligencia y conocimiento, que él veía orientarse hacia la valorización de la mercancía.


Fue entonces cuando decidió no ser una interfaz de ese mecanismo; decidió interrumpir la comunicación,

ser un cortocircuito viviente.

(continuará...)

héroes negativos (2º parte)

Solamente la condición de hincha en plena edad eufórica me llevó a desear su muerte por aquellas pelotas tan cruelmente maltratadas, o por aquella parada equivocada contra la Roma, luego de un pase a ras del piso que llegó prácticamente muerto a sus pies. En realidad, él estaba saboteando, imponiendo al imaginario de ochenta mil productores-consumidores el gesto del cuña de madera, el sabot, introducido por el obrero en el engranaje de la máquina; al mismo tiempo, anticipaba el virus informático de la sociedad de control y comunicación.

(continuará...)

héroes negativos (1º parte)

"El compañero Luther Blisset sabía muy bien que su vida cotidiana era el medio y el objetivo de la lucha. Vendido al Milán preberlusconiano por el mercader de sonidos y palabras Elton John, asumió inmediatamente su condición de productor inmaterial de poder simbólico, resaltando su sentido y afirmando el conflicto en cada gesto.

(continuará...)