Vuelvo en bici a mi casa, por Pellegrini.
Voy pensando en cosas que ya ni recuerdo cuando, de pronto, me vienen dos ideas sobre el presente de esta ciudad:
1.Se está poniendo de moda contratar africanos o afrodescendientes. Por
supuesto, me alegro que esa gente consiga laburo. Pero los que los
contratan son unos explotadores racistas. Para seguir con una tradición
de varios siglos, siempre en puestos de
servicio (mozos, cortador de boletos en cine, patovicas etc). Lo que se
presenta como un gesto antidiscriminatorio es, en realidad, el más
desagradable de los racismos. Los contratan por el valor de adorno
multicultural que tienen.
2.Usando la bicisenda de Pellegrini
concibo esta definición del socialismo rosarino: El socialismo es una
bicisenda apacible que se corta de golpe y te deja del carril de alta
velocidad, sin señalización, y a merced de una multitud de gente armada
con automóviles.
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