"Si alguien dice: "Todo cambia y tan pronto que no hay tiempo de habituarse, que siempre es necesario adaptarse, agotar ciclos. He aquí la historia...", habría que responder: "Primero, no todo lo que cambia es historia. El verse precisado a adaptar la pequeña tarea, repetir los ciclos, etc., no debe confundirse con las modificaciones, las transformaciones. Observemos bien. Las relaciones sociales, por ejemplo aquellas que llamamos "contractuales", ¿han cambiado?. Por lo contrario, si alguien dice: "Nada se ha movido. Eso que se transparenta es la naturaleza humana, el espíritu humano, su inmovilidad mental y social...", respóndase: "No, ¡pero no! Se anuncia una metamorfosis tal, que los vocablos corrientes "mutación", "cambio" ¡resultan débiles!"
Henri Lefevbre, LA VIOLENCIA Y EL FIN DE LA HISTORIA, 1973.
Henri Lefevbre, LA VIOLENCIA Y EL FIN DE LA HISTORIA, 1973.
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