que no se quedaron
adónde van las miradas
que un día partieron
acaso flotan eternas
como prisioneras de un ventarrón
o se acurrucan entre las rendijas
buscando calor.
Acaso ruedan entre los cristales
cual gotas de lluvia que quieren pasar
acaso nunca vuelven a ser algo?
acaso se van
y adónde van
adónde van?
En que estarán convertidos
mis viejos zapatos
adónde fueron a dar
tantas hojas de un árbol
por dónde están las angustias
que desde tus ojos rodaron por mí
adónde fueron mis palabras sucias
de sangre de abril.
Adónde van ahora mismo estos cuerpos
que pueden nunca dejar de alumbrar
acaso nunca
vuelven a ser algo?
acaso se van
y adónde van
adónde van?
Adónde va lo común
lo de todos los días
el descalzarse en la puerta
la mano amiga
adónde va la sorpresa
casi cotidiana del atardecer
adónde va el mantel de la mesa
el café de ayer.
Adónde van los pequeños
terribles encantos que tiene el hogar
acaso nunca vuelven a ser algo?
acaso se van y adónde van
adónde van?
S. Rodríguez, 1974
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